jueves, 20 de diciembre de 2012

La vida y el bote de mostaza

Precisamente ayer, cuando me entero de una desagradable noticia sobre la salud de un conocido personaje del mundo del deporte, me llega esta mini historia sobre que es y que no es importante en la vida, a que debemos dar prioridad:

Una vez, un viejo profesor, durante su clase, sacó un bote de mayonesa vacio, y metió dentro unas cuentas pelotas de golf. Preguntó a sus alumnos, esta lleno ? y todos los alumnos dijeron que si.
Entonces, sacó unas cuantas canicas de su bolsillo, y rellenó los huecos que aun habia en el bote. Esta lleno ? pregunto, y los alumnos dijeron que si.
Cogio entonces un poco de arena de una planta, y la dejo caer por entre las pelotas de golf y las canicas. Esta lleno ? pregunto, y los alumnos ya empezaron a dudar. Saco entonces dos cervezas de debajo de la mesa, las abrio, y echo un poco para completar del todo el bote.

Queridos y bellos alumnos, la VIDA es como el bote de Mayonesa, las pelotas de golf es lo importante (La familia, la salud, la amistad y el amor), las canicas son otras cosas que nos gustan, pero que no son tan importantes (hobbies, diversiones, retos), y la arena es todo aquello que no es importante.

Mucho ojo con llenar todo el bote de arena lo primero, porque luego no entraran las cosas verdaderamente importantes.

Y las cervezas que ?? Pregunto un alumno. Eso es que, se este lo ocupado que se este, y este como este el bote, siempre se tiene que sacar tiempo para tomarse un par de cervezas con los amigos.

El mensaje no es que la vida consiste en tener pelotas... de golf, la moraleja se basa en que no tiene sentido que lleve dos días fastidiado porque mi carísimo móvil no funcione bien... sólo se me ha estropeado una canica.

Como decía Abraham Lincoln: " Al final, lo que importa no son los años de vida, sino la vida de los años. "


Por gentileza de Vicente Diaz

viernes, 14 de diciembre de 2012

21 de Diciembre: Efecto 2000 del ordenador Maya


A principios de los 70, con la fabricación de los primeros ordenadores personales, la memoria se convirtió en un problema, por lo que decidieron guardar la fecha del sistema almacenando sólo los dos últimos dígitos del año, es decir, manteniendo constante el 1 y el 9. Cuando se acercó el año 2000, hubo que modificar los sistemas ya que aquel calendario se quedaba obsoleto y amenazaba con bloquear los ordenadores de medio mundo.

Los Mayas fueron una importante civilización caribeña que albergó una densidad parecida a la ciudad de Los Angeles. Entre sus numerosas peculiaridades, eran unos magníficos astrónomos y tenían un sistema del tiempo semejante al actual, llegando a desarrollar técnicas y conocimientos nada despreciables hoy en día. Fueron capaces de calcular el inicio del Universo con el Big Bang, aunque sus cifras distan unos miles de millones antes que las nuestras, aproximadamente fue hace más 13 mil millones de años. Ese fue el día 1, y desde entonces empezaron a contar en uno de los más complejos y sofisticados calendarios que hay. Los Mayas contaban en Baktun, ( 144 mil días, 394 años ). Este próximo día 21 se habrá acabado los dígitos del actual Baktum y tendrán que volver a empezar por el 0, algo que ya pasó en 1618... y no pasó nada.
Eso, y sólo eso, es lo que los Mayas han dejado señalado sobre el famoso fin del mundo. No hablan de catástrofes, ni de apocalipsis, ni nada semejante, simplemente es la constatación de que su calendario termina un ciclo.

Por tanto, y contra todo pronóstico, se trata de una mala interpretación, ( y ya van 13 mi millones ), que se hace sobre la lectura y/o estudio de la información recogida sobre sus conocimientos.
Si fuese a llegar un meteorito ya lo estaríamos viendo desde hace semanas, no habrá planetas errantes y si nadie pierde la cabeza a escala sideral, el día 22 disfrutaremos de la Lotería de Navidad.

Resulta curioso la numerosa cantidad de profecías que hay previstas para el Viernes, a cada cual más extravagante. Como la del monte serbio Rtanj, donde ya se cuenta con la visita de un aluvión ingente de personas, que piensan que los extraterrestres construyeron una fortaleza piramidal para protegernos del fin del mundo.
La verdad es que puestos a hacer predicciones absurdas yo haré la mía. El próximo día 21 se finalizan mis prácticas en el Ministerio, ¿ y por que no ? A lo mejor lo que profetizaron los Mayas no fue más que el fin de mis prácticas.

Hay personas que se consolarían hasta del fin del mundo, con tal de que ellas lo hubiesen anunciado. Friedrich Hebbel

jueves, 6 de diciembre de 2012

Stand by me


Esta semana, leía el nuevo número de parados en España, los problemas en la Sanidad, las dificultades de la Educación, la tragedia del Madrid Arena, los casos de corrupción y muchas otras lindeces, y me acordaba de la letra de una de mis canciones favoritas:

Cuando cae la noche / y la Tierra está oscura / y la Luna es la única luz que vemos / no tendré miedo / no tendré miedo / siempre y cuando cuentes, cuentes conmigo

Se trata de la traducción al español de la primera estrofa de la archi-versionada canción “Stand by me”. Ben E. King sólo fue el primero de una larga lista de autores que han dado un especial singularidad a esta canción, Lennon, Elton John, Prince Royce, Bon Jovi, Playing for Change, etc. Con el propósito de invocar un grito de apoyo común y esperanza. Algo muy necesario en estos momentos de “Tierra oscura”

Y en todo este escenario duro y complicado, hoy es el día de la Constitución. Mucho se discute si hay que modificar tal título, si hay que modelar unos artículos, incluso si hay que cambiarla entera por estar obsoleta. Sinceramente carezco del criterio suficiente para opinar, y me temo que muchos de los que opinan también. Pero lo que si me parece importante, es la falta de celebración de lo que fue y es un hito de unión en este país, el inicio de la Transición y de la modernización de las estructuras de nuestra sociedad. Poco se hable de este primer paso al progreso, siempre es el paso más difícil, el más atrevido, el más arriesgado, el más valiente, en definitiva, el más importante.
De una forma u otra, esos artículos significan un signo de robustez y nación que conviene rememorar y recordar como ejemplo para avanzar y caminar hacia delante pese a las adversidades internas y externas.

Por tanto, habrá que confiar y contar con ese espíritu para salir hacia delante, como ya se hizo en otras ocasiones y como se volverá a hacer.

Si el cielo que vemos encima / se desmoronase y cayese / y la montaña de derrumbase sobre el mar / No lloraré, no lloraré / No, No derramaré ni una lágrima / Siempre y cuando cuentes, cuentes conmigo

lunes, 3 de diciembre de 2012

Caballeros & Bestias


Un dicho inglés afirma que "el fútbol es un juego de caballeros jugado por bestias y el rugby es un juego de bestias jugado por caballeros".
Y confieso que tiene mucha razón. En el campo donde juego al fútbol todos los Domingos, aquellos días en los que tenemos la “suerte” de comenzar a las 4 de la tarde, podemos presenciar el final del partido de rugby. Resulta sorprendente ver como, a la conclusión del encuentro, los jugadores de ambos equipos se aplauden y ovacionan para a continuación saludarse, todo un ejemplo de deportividad que tiene poca visibilidad.
Por desgracia, el deporte rey a todos los niveles no puede presumir de lo mismo. Este último fin de semana, volví de jugar muy contento. No por haber ganado, ni por haber marcado un gol, ni por haber jugado bien, mi alegría se debía a que tanto yo como todos mis compañeros llegábamos sanos a casa. Es tan increíble como veraz que esto ocurra, sobre todo en una liga municipal.
Es un deporte de contacto, donde es inevitable que surjan encontronazos, piques y alguna subida de tono, es un juego físico y la subida de pulsaciones te puede alterar un poco, pero nada más! Es un juego. Nada justifica las amenazas, intimidaciones, insultos de jugadores, ( y de los perros de presa de las gradas ). Desde los 13 años, los últimos 7 en esta competición, me he encontrado con varios macarras. Por desgracia, a su diminuto cerebro no le llega el riego sanguíneo básico.
A esta gente les ves venir desde casi los primeros minutos del partido. Son violentos desde el inicio, se ponen nerviosos con la primera adversidad, tienen cara de locos, se pelean hasta con los de su equipo y te amenazan con lisiarte simplemente por irles ganando. Por suerte, estoy orgulloso de formar parte de un grupo cuerdo, pacífico, que desprecia la violencia y que le gusta disfrutar del deporte. Eso sumado a la experiencia de muchos años recorriendo campos, te permite lidiar con estos novillos, ( el adjetivo es literal ), de manera que la supervivencia está casi garantizada. Pero no por ello, puedes evitar pasar malos momentos cuando el ganado que tienes en frente supera los límites del macarrismo.
Por parte de los ayuntamientos, organizaciones de las competiciones y resto de partes, deberían ser muy severos con estos sucesos e impedir que, aquellos cromañones incapaces de disputar un partido sin amenazar y buscar la agresión grave, puedan participar. Pero mucho me temo que esto funcionará como todo, primero deberá ocurrir un daño personal muy grave y será en ese momento cuando la maquinaria de la “justicia” girará con su particular lentitud a lomos del caballo del malo, el del dicho. Mientras tanto, a los que nos gusta el deporte, seguiremos yendo a jugar y pasarlo bien, e intentar denunciar por donde se pueda a estos cabestros.
Próximo capítulo, partido contra los amiguitos de los Sapiens, que ya nos dedicaron su poesía desde la grada. Don’t worry, me despediré antes de partir.

“El deporte es una estilización de la guerra.” Francisco Umbral

martes, 27 de noviembre de 2012

El mundo de ayer


 “Por mi vida han galopado todos los corceles amarillentos del Apocalipsis, la revolución y el hambre, la inflación y el terror, las epidemias y la emigración; he visto nacer y expandirse ante mis propios ojos las grandes ideologías de masas: el fascismo en Italia, el nacionalsocialismo en Alemania, el bolchevismo en Rusia y, sobre todo, la peor de todas las pestes: el nacionalismo, que envenena la flor de nuestra cultura europea”.

Hace poco más de un año, me recomendaron leerme un diminuto libro llamado “Momento estelares de la humanidad”, del escritor austriaco Stefan Zweig. Aunque no me convenció su estilo, me interesé por él, debido a que me sorprendió los sucesos “estelares” que había escogido. Con un siglo XX tan intenso y completo, me parecía criticable sus preferencias sobre que es “estelar”. Cuál fue mi sorpresa, cuando averigüe que este libro había sido publicado en 1927 y que por tanto muchos de esos momentos que yo hubiese incluido, aún no habían sucedido.
Me interesé en el autor, y descubrí a un personaje comprometido con su sociedad, la Europea, en un momento tan crítico y convulso como el que vivió.
Desde su obra teatral Jeremias, donde ruega para que Europa salga de su pasotismo frente a la autodestrucción. Curiosa profecía en sus palabras, “demostrar como los jefes desvían a los pueblos hacia los caminos del odio, como los pueblos ávidos de conquistas se burlan de los sabios que profetizan la desgracia, como del caos de las pasiones puede nacer un orden superior, y por qué una derrota terrenal contiene la promesa de una victoria espiritual”. El destino hizo que se representará por primera vez en 1939, preludio de lo que vendría.
Pero quizás otra de las más significativas obras fue la que recoge el párrafo con el que empiezo este post, “El mundo de ayer”, Memorias de un europeo. Autobiografía que repasa el primer tercio del siglo XX, radiografiando los defectos de la sociedad, plasmando el dolor que vivió muy de cerca en “La Gran guerra”, para seguir en un estado de ánimo basado en la esperanza de cambiar aquella Europa.
Sin embargo fue víctima de su propio idealismo y ante la previsible victoria del nazismo, prefirió, junto a su esposa, desaparecer para siempre, bajo su frase: “Creo que es mejor finalizar en un buen momento y de pie una vida en la cual la labor intelectual significó el gozo más puro y la libertad personal el bien más preciado sobre la Tierra”, 1942.
Supo diagnosticar la enfermedad, pero como a muchos otros, nadie le prestó la suficiente atención. Actualmente, volvemos a repetir errores pasados, vivencias que parecían ya superadas. La irresponsabilidad de algunos, unida a la sed de rebeldía de otros, nos está conduciendo a situaciones complicadas, tensas, bélicas e irracionales.
Mañana 28 de Noviembre se cumplen 131 años de su nacimiento. El paso de los años ha pulverizado la popularidad de Stefan Zweig hasta casi el olvido, y dejado de lado sus proféticas palabras descriptivas, que hoy en día serían bastante recomendables de leer, para detectar y corregir aquella infernal peste de la que habló y que no hace mucho, envolvió a Europa y al mundo, en su particular Apocalipsis.

lunes, 12 de noviembre de 2012

El primer peldaño de la escalera

Escribí hace meses una entrada con el libro de La Buena suerte http://juanlu-ma.blogspot.com.es/2011/06/buena-suerte.html, en la que el caballero blanco lucha por poner los medios para lograr su objetivo, no era cuestión de suerte sino también de buscarla. Justo ahora, cuando se cumple un año de mi primer examen del proceso de oposición, recuerdo lo duro que se hizo el camino, las piedras que hubo, las subidas y bajadas, pero con trabajo, ayuda y buena compañía siempre es más fácil saltar los hoyos que te encuentras.
Un frío Sábado, en el que te juegas el trabajo de varios meses, a veces incluso años, tienes que ir a la Universidad, con los nervios por la nubes. Llegas y ves el parking lleno, los pasillos completos y buscas a tus amigos para expulsar tensión. Te llaman para entrar en el aula, ( el corazón ya supera las 120 pulsaciones ), te fijas en la cantidad de gente que hay, en sus caras, en sí parecen listos o no… ( sí! Lo sé, menuda estupidez ). Y antes de que te den la hoja del juicio te encomiendas a todos y a todo lo que aprecias.
Sólo fue el principio. A veces, el principio es duro, complicado, inesperado pese a ser deseado o buscado y pretendido. Steven Brust dijo que la lucha siempre merece la pena si el fin vale la pena y los medios son honestos. Cuando me metí en esto, lo hice con la mayor ilusión del mundo, aún sabiendo que sería duro, pero valió la pena. Algo, que se puede extrapolar a cada aventura a la que decidimos enfrentarnos.
Un año después llego incluso hasta reírme de aquel mal trago, como ha cambiado todo!. Con perspectiva, ves que de un problema o prueba sales reforzado. Así que, es justo agradecer a compañeros, amigos y muy amigos que estuvieron cerca o dentro de la batalla, ( el apoyo y la ayuda siempre son necesarios ); felicitar a los que llegaron al puerto conmigo y animar a los que no tuvieron mi misma suerte.
Lo que hace un año fue un sufrimiento hoy es un bonito aniversario.
"El que sube una escalera debe empezar por el primer peldaño." Walter Scott

martes, 6 de noviembre de 2012

La afortunada Chistera Negra


Casi todos podemos soportar la adversidad, pero si queréis probar el carácter de un hombre, dadle poder.

Uno de mis comienzos lectores, consistió en la lectura de una enciclopedia de biografías que procuraba resumir en 2 o 3 hojas la vida de personajes ilustres o importantes, ( por desgracia no es lo mismo ), imposible. Entre muchas, la que más me llamó la atención, fue la de un tal Abraham Lincoln, más concretamente como alcanzó la presidencia más importante de la Tierra.
Se cumple hoy 152 años de su proclamación como el primer presidente Republicano, pero poca gente conoce como fueron las circunstancias del destino, las que hicieron que un ciudadano “corriente” de chistera negra se transformara en el hombre más poderoso del mundo.
Todo empezó cuando su hijo Robert suspendió 15 de las 16 asignatura en la Universidad, ( un fiera el joven ), y Abrahan Lincoln, que no estaba entre los favoritos a liderar el partido, decidió viajar a New York a dar ánimos a su hijo. La casualidad hizo que le ofrecieran dar una conferencia en Brooklyn, idea que le interesó porque quería seguir en contacto con el público y porque necesitaba el dinero acordado para paliar su maltrecha economía. Aceptó hablar de temas comprometidos, lo que supuso un interés creciente. Tanto es así, que pese a la tormentosa noche del 27 de Febrero de 1860, más de dos mil personas acudieron a escucharlo. Habló durante casi dos horas, mantuvo al auditorio enmudecido, y al finalizar, el público estalló en un impetuoso aplauso. Al día siguiente, los periódicos de la capital recogieron el discurso entero, lo que supuso un auge en su popularidad que le condujo a realizar otros 11 discursos más en la siguiente semana, con un resultado igualmente clamorosos. Si su hijo hubiera sido un alumno aplicado, el supresor de la esclavitud Norteamericana nunca habría ejercido su importante rol
Desde entonces, su carrera fue fulminante, siendo elegido candidato del partido en la Convención de Chicago de Mayo. De nuevo, aquella chistera negra tendría la fortuna de su lado. William Seward, el gran favorito tuvo que ver como las papeletas de voto no estaban listas y se aplazó la votación a la mañana siguiente. Este hecho fue aprovechado por los partidarios de Lincoln, quienes en una operación de pasillo sin precedentes, consiguieron convencer y negociar apoyos para situar a su candidato en la primera fila.

Por desgracia, esa misma fortuna le abandonó al convertirle en el primer Presidente Norteamericano asesinado, 5 años más tarde. Sin embargo dejó frases tan significativas como:

Recuerda siempre que tu propia resolución de triunfar es más importante que cualquier otra cosa.

martes, 23 de octubre de 2012

El caballo paradójico



Este pequeño cuento es uno de mis favoritos por su moraleja tan sincera:

Había una vez un hombre pobre pero sabio, que trabajaba la tierra duramente con su hijo.
Un día el hijo le dijo:
-¡Padre, qué desgracia! Se nos ha ido el caballo.
-¿Por qué le llamas desgracia? -respondió el padre.- Veremos lo que trae el tiempo...

A los pocos días el caballo regresó, acompañado de otro caballo.

-¡Padre, qué suerte! - exclamó esta vez el muchacho. Nuestro caballo ha traído otro caballo.
-Por qué le llamas suerte? - repuso el padre.- Veamos qué nos trae el tiempo.

Unos días más tarde, el muchacho quiso montar el caballo nuevo, y éste, no acostumbrado al jinete, se encabritó y lo arrojó al suelo. El muchacho se quebró una pierna.

-¡Padre, qué desgracia! - exclamó ahora el muchacho.
¡Me he quebrado la pierna!
Y el padre, retomando su experiencia y sabiduría, sentenció:
-¿Por qué le llamas desgracia? Veamos lo que trae el tiempo!

El muchacho no se convencía de la respuesta sino que gimoteaba en su cama. Pocos días después pasaron por la aldea los enviados del rey, buscando jóvenes para llevárselos a la guerra. Vinieron a la casa del anciano, pero como vieron al joven con su pierna entablillada, lo dejaron y siguieron de largo.

Debemos comprender que nunca hay que dar ni la desgracia ni la fortuna como absolutas, sino que siempre hay que darle tiempo al tiempo, para ver si algo es malo o bueno.

La moraleja de este antiguo consejo chino es que: la vida da tantas vueltas, y es tan paradójico su desarrollo, que lo malo se hace bueno, y lo bueno malo.

A veces, recurrir a este tipo de enseñanzas ayuda a aclararse ante cambios imprevisibles o sorprendentes, tanto para bien como para mal.
Esta idea me recuerda mucho a las palabras de Steve Jobs en el discurso de Stanford: “You can't connect the dots looking forward you can only connect them looking backwards. So you have to trust that the dots will somehow connect in your future.
No puedes conectar los puntos mirando hacia adelante; solo puedes hacerlo mirando hacia atrás. Asi que tienes que confiar en que los puntos se conectarán de alguna forma en el futuro.

Gracias a que se escapó el caballo, el chico no fue a la guerra... gracias a que aquel día me ocurrió, ( o me dejó de ocurrir ), aquello, hoy disfruto de estas nuevas vivencias/experiencias.

Agatha Chistie decía, aprendí que no se puede dar marcha atrás, que la esencia de la vida es ir hacia adelante. La vida, en realidad, es una calle de sentido único.

jueves, 27 de septiembre de 2012

El borracho del fondo de la taberna


Leí hace poco la siguiente historia, corta pero muy necesaria:
Una persona perversa resuelve hacer un presente a una persona pobre por su aniversario e irónicamente manda preparar una bandeja llena de basura y desperdicios.
En presencia de todos, manda entregar el presente, que es recibido con alegría por el agasajado.
Gentilmente, el agasajado agradece y pide que lo espere un instante, ya que le gustaría poder retribuir la gentileza.
Tira la basura, lava la bandeja, la cubre de flores, y la devuelve con un papel, donde dice:
"Cada uno da lo que posee."

Es mejor no entristecerse con la actitud de algunas personas; ni perder la serenidad. 
La rabia hace mal a la salud, el rencor daña el hígado y la cólera envenena el corazón.
Es mejor ser dueño de uno mismo y dominar nuestras reacciones más emotivas.
 Arrojar leña en el fuego del aborrecimiento, perder la calma o ceder a la 
impulsividad hará más daño al gentil que al perverso, porque nos impide distinguirlos.

Decía Charles Baudelaire que el Odio es un borracho al fondo de una taberna, que constantemente renueva su sed con bebida

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Sabéis lo que os voy a contar ?


Quería compartir este curioso cuento sobre Nasrudin que leí hace poco. Me resultó curiosa esta historia, ( son numerosos los cuentos que tiene ), de este antihéroe de la fábula oriental, que pese a su tono cómico, me recuerda a veces a actitudes propias de nuestra sociedad:
"Esta historia comienza cuando Nasrudin llega a un pequeño pueblo en algún lugar lejano de Medio Oriente.
Era la primera vez que estaba en ese pueblo y una multitud se había reunido en un auditorio para escucharlo. Nasrudin, que en verdad no sabia que decir, porque él sabía que nada sabía, se propuso improvisar algo y así intentar salir del atolladero en el que se encontraba.
Entró muy seguro y se paró frente a la gente. Abrió las manos y dijo:
-Supongo que si ustedes están aquí, ya sabrán que es lo que yo tengo para decirles.
La gente dijo:
-No... ¿Qué es lo que tienes para decirnos? No lo sabemos ¡Háblanos! ¡Queremos escucharte!
Nasrudin contestó:
-Si ustedes vinieron hasta aquí sin saber que es lo que yo vengo a decirles, entonces no están preparados para escucharlo.
Dicho esto, se levantó y se fue.
La gente se quedó sorprendida. Todos habían venido esa mañana para escucharlo y el hombre se iba simplemente diciéndoles eso. Habría sido un fracaso total si no fuera porque uno de los presentes -nunca falta uno- mientras Nasrudin se alejaba, dijo en voz alta:
-¡Qué inteligente!
Y como siempre sucede, cuando uno no entiende nada y otro dice "¡qué inteligente!", para no sentirse un idiota uno repite: "¡si, claro, qué inteligente!". Y entonces, todos empezaron a repetir:
-Qué inteligente.
-Qué inteligente.
Hasta que uno añadió:
-Si, qué inteligente, pero... qué breve.
Y otro agrego:
-Tiene la brevedad y la síntesis de los sabios. Porque tiene razón. ¿Cómo nosotros vamos a venir acá sin siquiera saber qué venimos a escuchar? Qué estúpidos que hemos sido. Hemos perdido una oportunidad maravillosa. Qué iluminación, qué sabiduría. Vamos a pedirle a este hombre que dé una segunda conferencia.
Entonces fueron a ver a Nasrudin. La gente había quedado tan asombrada con lo que había pasado en la primera reunión, que algunos habían empezado a decir que el conocimiento de Él era demasiado para reunirlo en una sola conferencia.
Nasrudin dijo:
-No, es justo al revés, están equivocados. Mi conocimiento apenas alcanza para una conferencia. Jamás podría dar dos.
La gente dijo:
-¡Qué humilde!
Y cuanto más Nasrudin insistía en que no tenia nada para decir, con mayor razón la gente insistía en que querían escucharlo una vez más. Finalmente, después de mucho empeño, Nasrudin accedió a dar una segunda conferencia.
Al día siguiente, el supuesto iluminado regresó al lugar de reunión, donde había más gente aún, pues todos sabían del éxito de la conferencia anterior. Nasrudin se paró frente al público e insistió con su técnica:
-Supongo que ustedes ya sabrán que he venido a decirles.
La gente estaba avisada para cuidarse de no ofender al maestro con la infantil respuesta de la anterior conferencia; así que todos dijeron:
-Si, claro, por supuesto lo sabemos. Por eso hemos venido.
Nasrudin bajó la cabeza y entonces añadió:
-Bueno, si todos ya saben qué es lo que vengo a decirles, yo no veo la necesidad de repetir.
Se levantó y se volvió a ir.
La gente se quedó estupefacta; porque aunque ahora habían dicho otra cosa, el resultado había sido exactamente el mismo. Hasta que alguien, otro alguien, gritó:
-¡Brillante!
Y cuando todos oyeron que alguien había dicho "¡brillante!", el resto comenzó a decir:
-¡Si, claro, este es el complemento de la sabiduría de la conferencia de ayer!
-Qué maravilloso
-Qué espectacular
-Qué sensacional, qué bárbaro
Hasta que alguien dijo:
-Si, pero... mucha brevedad.
-Es cierto- se quejó otro
-Capacidad de síntesis- justificó un tercero.
Y en seguida se oyó:
-Queremos más, queremos escucharlo más. ¡Queremos que este hombre nos de más de su sabiduría!
Entonces, una delegación de los notables fue a ver a Nasrudin para pedirle que diera una tercera y definitiva conferencia. Nasrudin dijo que no, que de ninguna manera; que él no tenia conocimientos para dar tres conferencias y que, además, ya tenia que regresar a su ciudad de origen.
La gente le imploró, le suplicó, le pidió una y otra vez; por sus ancestros, por su progenie, por todos los santos, por lo que fuera. Aquella persistencia lo persuadió y, finalmente, Nasrudin aceptó temblando dar la tercera y definitiva conferencia.
Por tercera vez se paró frente al publico, que ya eran multitudes, y les dijo:
-Supongo que ustedes ya sabrán de qué les voy a hablar.
Esta vez, la gente se había puesto de acuerdo: sólo el intendente del poblado contestaría. El hombre de primera fila dijo:
-Algunos si y otros no.
En ese momento, un largo silencio estremeció al auditorio. Todos, incluso los jóvenes, siguieron a Nasrudin con la mirada.
Entonces el maestro respondió:
-En ese caso, los que saben... cuéntenles a los que no saben.
Se levantó y se fue."
Gregorio Marañón decía: "La multitud ha sido en todas las épocas de la historia arrastrada por gestos más que por ideas. La muchedumbre no razona jamás."


martes, 24 de julio de 2012

CITIUS, ALTIUS, FORTIUS


El Viernes empiezan unos nuevos Juegos Olímpicos. Reinventados por Pierre de Coubertain en 1896, con la famosa frase “ Olimpia y las Olimpiadas son símbolos de una civilización entera, superior a países, ciudades, héroes militares o religiones ancestrales
Y de nuevo el deporte sirve como excusa inhibidora y/o válvula de escape de los problemas serios de la sociedad. No habrá prima de riesgo, ni rescates, ni incendios, ni tampoco nos preocuparemos por el paro. Durante los próximos días, el orgullo de cada país quedará expuesto y sediento de revancha sobre una serie de actividades con el fin no sólo de lograr el preciado metal, sino también de golpear el ánimo del país vecino o rival. Como dijo una vez Francisco Umbral, “ El deporte es una estilización de la guerra “.
Sin embargo, también significa una prueba de sacrificio y superación que recoge momentos épicos y conmovedores que no siempre tienen que estar asociados al triunfo. Como por ejemplo, cuando el corredor británico Derek Redmond traspasó en última posición, con lágrimas en los ojos, cojeando y ayudado por su padre la línea de meta de los 400m lisos en Barcelona, llegando a ser un símbolo de esfuerzo familiar. El nadador africano Eric Moussambani, que a punto estuvo de ahogarse en su serie en Sídney, una gran puesta en escena sobre la diferencia entre paises. O la presión y tensión a la que están expuestos los jóvenes gimnastas, que tras años de durísimo trabajo, se enfrentan a una única oportunidad en la que tienen que asombrar a un exigente jurado, ( a que me sonará esto... ).
Pero quizás la escena más impactante, fue el encendido de la llama de Atlanta 1996. Cuando el archiconocido boxeador Muhammad Ali, portó la antorcha con un significativo temblor que mostraba la cara de la enfermedad del Parkinson. Quien había sido un símbolo de esfuerzo, potencia, coraje y rebeldía, también mostraba su magnífico valor mostrando en directo ante más de 3 mil millones de personas su combate personal contra la enfermedad
En definitiva, los Juegos Olímpicos, no vienen a ser otra cosa que una metáfora decorada de la vida misma. El éxito frente al fracaso, el sacrificio junto al esfuerzo, la necesidad de la colaboración en equipo, la motivación y todo en un escenario de unión entre países y culturas del que mucho se debería de aprender en el resto de los ámbitos sociales.
Un sacerdote dominico llamado Henri Didon inspiró el lema olímpico: CITIUS, ALTIUS, FORTIUS”, más Alto, más Rápido, más Fuerte.

martes, 26 de junio de 2012

El "fracaso" de los números


Magnífico cuento del popular personaje Nasrudin que refleja parte de la realidad de la sociedad actual. Egoísmo, vaguería y picardía sintetizada en la frase: “A cada solución veo un problema”. El conocimiento no es el problema, el problema es su mal uso. Seguro que much@s muy a su pesar se verán reflejad@s:

De entre todos los pueblos que el mula Nasrudin visitó en sus viajes, había uno que era especialmente famoso porque a sus habitantes se les daban muy bien los números. Nasrudin encontró alojamiento en la casa de un granjero. A la mañana siguiente se dio cuenta de que el pueblo no tenía pozo. Cada mañana, alguien de cada familia del pueblo cargaba uno o dos burros con garrafas de agua vacías y se iban a un riachuelo que estaba a una hora de camino, llenaban las garrafas y las llevaban de vuelta al pueblo, lo que les llevaba otra hora más.
"¿No sería mejor si tuvieran agua en el pueblo?", preguntó Nasrudin al granjero de la casa en la que se alojaba. "¡Por supuesto que sería mucho mejor!", dijo el granjero. "El agua me cuesta cada día dos horas de trabajo para un burro y un chico que lleva el burro. Eso hace al año mil cuatrocientas sesenta horas, si cuentas las horas del burro como las horas del chico. Pero si el burro y el chico estuvieran trabajando en el campo todo ese tiempo, yo podría, por ejemplo, plantar todo un campo de calabazas y cosechar cuatrocientas cincuenta y siete calabazas más cada año."
"Veo que lo tienes todo bien calculado", dijo Nasrudin admirado. "¿Por qué, entonces, no construyes un canal para traer el agua al río?" "¡Eso no es tan simple!", dijo el granjero. "En el camino hay una colina que deberíamos atravesar. Si pusiera a mi burro y a mi chico a construir un canal en vez de enviarlos por el agua, les llevaría quinientos años si trabajasen dos horas al día. Al menos me quedan otros treinta años más de vida, así que me es más barato enviarles por el agua."
"Sí, ¿pero es que serías tú el único responsable de construir un canal? Son muchas familias en el pueblo."
"Claro que sí", dijo el granjero. "Hay cien familias en el pueblo. Si cada familia enviase cada día dos horas un burro y un chico, el canal estaría hecho en cinco años. Y si trabajasen diez horas al día, estaría acabado un año."
"Entonces, ¿por qué no se lo comentas a tus vecinos y les sugieres que todos juntos construyáis el canal?
"Mira, si yo tengo que hablar de cosas importantes con un vecino, tengo que invitarle a mi casa, ofrecerle té y halva, hablar con él del tiempo y de la nueva cosecha, luego de su familia, sus hijos, sus hijas, sus nietos. Después le tengo que dar de comer y después de comer otro té y él tiene que preguntarme entonces sobre mi granja y sobre mi familia para finalmente llegar con tranquilidad al tema y tratarlo con cautela. Eso lleva un día entero. Como somos cien familias en el pueblo, tendría que hablar con noventa y nueve cabezas de familia. Estarás de acuerdo conmigo que yo no puedo estar noventa y nueve días seguidos discutiendo con los vecinos. Mi granja se vendría abajo. Lo máximo que podría hacer sería invitar a un vecino a mi casa por semana. Como un año tiene sólo cincuenta y dos semanas, eso significa que me llevaría casi dos años hablar con mis vecinos. Conociendo a mis vecinos como les conozco, te aseguro que todos estarían de acuerdo con hacer llegar el agua al pueblo, porque todos ellos son buenos con los números. Y como les conozco, te digo, que cada uno prometería participar si los otros participasen también. Entonces, después de dos años, tendría que volver a empezar otra vez desde el principio, invitándoles de nuevo a mi casa y diciéndoles que todos están dispuestos a participar." "Vale", dijo Nasrudin, "pero entonces en cuatro años estarías preparados para comenzar el trabajo. ¡Y al año siguiente, el canal estaría construido!"
"Hay otro problema", dijo el granjero. "Estarás de acuerdo conmigo que una vez que el canal esté construido, cualquiera podrá ir por agua, tanto como si ha o no contribuido con su parte de trabajo correspondiente."
"Lo entiendo", dijo Nasrudin . "Incluso si quisierais, no podríais vigilar todo el canal."
"Pues no", dijo el granjero. "Cualquier caradura que se hubiera librado de trabajar, se beneficiaría de la misma manera que los demás y sin coste alguno."
"Tengo que admitir que tienes razón", dijo Nasrudin.
"Así que como a cada uno de nosotros se nos dan bien los números, intentaremos escabullirnos. Un día el burro no tendrá fuerzas, el otro el chico de alguien tendrá tos, otro la mujer de alguien estará enferma, y el niño, el burro tendrán que ir a buscar al médico.
Como a nosotros se nos dan bien los números, intentaremos escurrirnos el bulto. Y como cada uno de nosotros sabe que los demás no harán lo que deben, ninguno mandará a su burro o a su chico a trabajar. Así, la construcción del canal ni siquiera se empezará."
"Tengo que reconocer que tus razones suenan muy convincentes", dijo Nasrudin. Se quedó pensativo por un momento, pero de repente exclamó: "Conozco un pueblo al otro lado de la montaña que tiene el mismo problema que ustedes tienen. Pero ellos tienen un canal desde hace ya veinte años."
"Efectivamente", dijo el granjero, "pero a ellos no se les dan bien los números."

domingo, 20 de mayo de 2012

Cuando STEVE nos enseñó nuestro JOBs


Cuentan que un día el descubridor de Lola Flores llamó a un amigo diciéndole: “He visto a una artista que no sabe cantar, no sabe bailar y ni siquiera es guapa, pero es lo mejor que he visto nunca en un escenario”.
Esta curiosa anécdota se podría extrapolar a la figura de Steve Jobs: No fue un gran técnico, no tenía conocimientos de marketing, no sabía de dirección de empresas, ni era una persona agradable, tampoco inventó nada, ( ya existía el mp3 cuando apareció el ipod, y el móvil cuando llegó el iphone... ), pero se le puede considerar como uno de los mejores y mayores innovadores y visionarios de la última mitad de siglo.
Sin embargo, después de haberme leído la gorda biografía escrita por Walter Isaacson, me he quedado con tres ideas principales muy útiles, ( al menos como reflexión y análisis ), en este mundo empresarial y tecnológico.

La primera se titula No Interoperabilidad. Después de llevar casi 3 años escuchando y postrándome a la palabra Interoperabilidad como la opción perfecta para todos los problemas de nuestras vidas, aparece Steve Jobs para mostrarme o demostrarme una postura opuesta que ofrece resultados. Su obsesivo interés por controlar todo lo que rodea a sus productos, le llevó a romper con el paradigma mercantil de la informática e ir contra corriente para crear soluciones sólo aplicables a su “mundo”. Esto le supuso, no sólo críticas, sino una ralentización en la expansión de su marca... pero poco a poco la remontada es más que patente. No estoy nada de acuerdo con crear productos cerrados, y no-interoperables, no obstante, debo confesar que me plantea la duda, sobre si la fusión de un hardware hecho por y para un software y viceversa, no garantiza una estabilidad superior a la apertura actual entre dispositivos y sus programas. Será casualidad, pero el iMac con el que hoy escribo va a cumplir 3 años, sin que haya habido un sólo día en que haya hecho huelga. ¿Por qué?

La segunda se llamaría: No división dentro de la empresa. Aún recuerdo la vez que fui a una reunión en la sede de un importante y conocidísimo imperio del mundo de la comunicación. Nunca olvidaré esa federación de federaciones en las que todos discutían con todos, temiéndome que pudiesen llegar a las manos, sin duda una de las causas de su actual declive. La empresa fundada por Jobs, motiva, o mejor dicho obliga a que todos los departamentos luchen, peleen, y remen en la misma dirección y en pos de los objetivos principales de la empresa. Lógico verdad? Pues resulta sorprendente lo poco que se aplica en muchas de las compañías actuales. Puede que al final no sea tan buena idea “Divide et vinces”. O al menos sin una cultura de dividir tareas para unir el trabajo.

La última y más apropiada es: No al miedo a devorarse. La empresa Sony no quiso, en su momento, crear un mp3 por miedo a ver reducida su venta de cd's. Al final si no te devoras a ti mismo te terminarán devorando otros. La necesidad de evolucionar provoca sacrificios que exigen caminar hacia delante. La venta de iPhone mermó a la de iPods, la de iPad a iMac, pero da igual. Como escribí en otro post, el mundo de la tecnología es una cinta transportadora, quedarte parado, en posición defensiva, es retroceder.


En definitiva, una historia curiosa sobre un personaje que tuvo como máxima: “Tu tiempo es limitado, de modo que no lo malgastes viviendo la vida de alguien distinto.

lunes, 30 de enero de 2012

Tal día como hoy



Tal día como hoy hace 512 años Vicente Yáñez Pinzón se convierte en el primer europeo que avista la desembocadura del Amazonas. Este valiente marinero nunca se hubiese imaginado que ese mismo día pero 148 años después se firmaría la Paz de Westfalia entre España y los Países bajos. Carlos I de Inglaterra pensaría que hoy es un día feliz si no fuese porque se cumplen 363 años de su decapitación en Londres. Aunque cierto es que de nada le hubiese servido un bote salvavidas que se inventó justo 141 años después.
Fue un 30 de enero de hace 192 años cuando se divisó por primera vez la Antártida desde la península Trinidad, una noticia mucho mejor que el primer intento de asesinato de un presidente estadounidense, ( Richard Lawrence ), el mismo día pero 15 años después. A Hitler le hubiese dado igual que el mismo día que asumió la cancillería alemana, hoy hace 69 años, coincidiese con el asesinato de Gandhi sólo 3 años después.
Fue un frío día como hoy de hace 113 años cuando el Premio Nobel de Medicina Max Theiler nació, la misma mañana que 29 años después falleció su colega de trabajo y también Premio Nobel de Medicina Johannes Fibiger.
Tal día como hoy se cumplen 43 años del último concierto de The Beatles en Apple Records, Londres. Ese mismo día Phil Collins celebraba una gran fiesta porque se convertía en mayor de edad. No lo festejó con Franklin Roosevelt, quien hubiese cumplido 63 años si no hubiese fallecido 25 años antes. Y tampoco hubiese sido ético regalarle un porsche el mismo día que falleció su inventor, Ferndinand Porsche.
Nunca hubiésemos imaginado en una misma fiesta celebrando su cumpleaños al Principe Felipe de Borbón, el político sueco Olof Palme y al músico estadounidense Trevor Dunn, ( Mr Bungle ), y menos el mismo día que fallecieron el ingeniero pionero Ernst Heinkel o el premio Nobel de la Paz Georges Pire.
No todo el mundo estuvo de fiesta ya que hoy hace 40 años aconteció el Domingo Sangriento en Derry, Irlanda del Norte. Sin embargo se sigue considerando el día mundial de la Paz.
Hoy hace 29 años en Estados Unidos y Reino Unido sonaba “Down Under” de Men at Work, era un domingo, ya han pasado desde entonces 10591 días, 1513 semanas y 348 meses


Está claro que no es cualquier día :P