lunes, 30 de mayo de 2011

El Paso de los Asnos

Mullah Nasrudin, se trata de un personaje literario de origen presuntamente turco. Se le presenta como un divertido antihéroe y antimístico, cuya literatura satírica está repleta de verdades evidentes que utilizan el humor, la ironía y la crítica para transmitir una enseñanza. Uno de los que más me gusta es el siguiente:
Nasrudin solía cruzar la frontera todos los días, con las cestas de su asno cargadas de paja. Como admitía ser un contrabandista cuando volvía a casa por las noches, los guardas de la frontera le registraban una y otra vez. Registraban su persona, cernían la paja, la sumergían en agua, e incluso la quemaban de vez en cuando.
Mientras tanto, la prosperidad de Nasrudin aumentaba visiblemente y no eran capaces de ver como lo conseguía.
Un día se retiro y fue a vivir a otro país, donde, unos años mas tarde, le encontró uno de los aduaneros.
- Ahora me lo puedes decir, Nasrudin, ¿Que pasabas de contrabando, que nunca pudimos descubrirlo?
- Asnos - contesto Nasrudin.

Está claro que no hay mayor ciego que el que no quiere ver. Puede que la enseñanza de este cuento tenga relación con una frase de Paulo Coelho en su libro El Alquimista, ( que ahora leo ), "Soy como todas las personas: veo el mundo tal y como desearía que sucedieran las cosas, y no como realmente suceden"

lunes, 23 de mayo de 2011

El país de Homer Simpson


“Mírame soy un hombre mágico del país feliz de la casa de gominola de la calle de la piruleta. Por cierto pretendía ser sarcástico” Homer Simpson.
Justo cuando pretendía dar mi versión crítica y un poco dura de lo que ha pasado este fin de semana, recibo una llamada de mi primo Vicente, el mayor ideólogo utópico pero a su vez mágico que conozco, para decirme que se desvinculaba del movimiento 15-M, ( después de las múltiples disputas telefónicas que habíamos tenido ), por haberse perdido el espíritu que le llevó allí. Reconozco el shock que me ha producido, pese a lo crítico que he sido estos días, por tanto evitaré en la medida de lo posible ser demasiado duro.
Bajo mi humilde opinión, este movimiento ha permitido dar un aviso a políticos y resto de mandamás. Al pueblo no le pilla tan lejos las calles, no le resulta tan cómodo el sofa y no es tan perezoso como parece. No vale todo, se acabó el conformismo. Quien no está en contra de la crisis, de la precariedad de los trabajos, del agobio hipotecario que sufrimos... Sin embargo, dirigimos nuestras miradas hacia falsos héroes.
Yo no me he pasado ni un sólo día por Sol, y sin embargo, no considero que no haya hecho nada por la Democracia; si, si que lo he hecho, he ido a votar. Y después de todo lo pasado me he dado cuenta que efectivamente NO hay democracia. Mientras hemos idolatrado un bonito espíritu, nos hemos olvidado de lo realmente importante, de los verdaderos héroes, de la verdadera causa de lucha: libertad de opinión.
Mientras unos gritaban en las calles, yo leía como ediles de los partidos democráticos del país vasco sufrían, ( sufren y todo apunta a que sufrirán ), persecuciones y amenazas. Esos son los verdaderos héroes por los que a mi me merece la pena salir a la calle. Por aquellos que sacrifican su vida, su trabajo y su familia por defender sus ideas, ( nuestras ideas ), aquellos que desde el anonimato eluden atentados, extorsiones y maltratos por defender su forma de pensar. Pero ese grito no lo he escuchado estos días.
No salgo de mi perplejidad al ver el alto apoyo que ha obtenido Bildu de forma democrática. No se puede dudar de la limpieza y justicia del resultado, pero debido a la realidad vigente que se vive allí tengo una profunda preocupación, justo cuando luchamos por la “democracia”. Mi perturbación creció aún más al recibir dos inquietantes mensajes de dos familiares que viven en sus carnes esa realidad, “estoy acojonado”, “y ahora que va a pasar?”.
Me pregunto yo, de que sirven todas nuestras reivindicaciones, movimientos y propuestas si no podemos expresar nuestra ideología, si en algunos sitios no tienen los básico de esa “democracia”: libertad para opinar y hacerlo sin miedo a la persecución. Tendrá razón Homer Simpson, en que vivimos en el país de la piruleta??
Mucho ánimo a mis familiares vascos que desde el anonimato pretenden un futuro sin miedos y en libertad

miércoles, 18 de mayo de 2011

La Revolución del SOL

Pretendo mantenerme al margen del movimiento inconformista actual que tiene su epicentro en la plaza del Sol de Madrid. Sin embargo, es imposible evitarlo y no tomar una posición favorable o no. Tras haber leído la proclama y haber escuchado y leído a algunos de sus seguidores me siento dubitativo.
Por un lado entiendo y comparto algunas de las razones de esta revolución. Estoy de acuerdo con el alejamiento entre la clase política y los ciudadanos que ha llegado al punto de convertirse en una riña entre dos polos donde la respuesta más usada es “y tu más”. Muchas de las reivindicaciones se pueden consultar en http://www.cadenaser.com/espana/articulo/explosion-movimiento-15m/serpro/20110518csrcsrnac_21/Tes Son totalmente lógicas, legítimas y defendibles dentro del marco de la democracia. Sin embargo discrepo con otros aspectos que van más allá de lo que se pide. No me gusta lo que envuelve a todo este movimiento.
Entre esa gente hay jóvenes y no tanto, hay seguidores de derechas, de izquierdas, hay ateos y católicos, que piden y exigen una reconsideración por parte de los políticos sobre ideas y propuestas para reconducir la situación actual. Pero espero y confío en que todo este movimiento no sea una manipulación y aprovechamiento de grupos de interés que puedan ver en esta sublevación pacífica un escollo para sacar beneficio propio. Espero y deseo que nadie con presentimiento de derrotismo se agarre a una reivindicación lógica para remontar su marcador.
España lleva casi 35 años de democracia y todos esperamos que sea así 35 años más. Votar no es un simple gesto que consista en depositar un papel en una caja. Representa nuestra opción a ser escuchados. Por desgracia la situación actual no rebosa de prosperidad y en gran parte es responsabilidad de los que deciden sobre nuestro futuro. Pero eso no debe suponer una revolución antisistema. Desde nuestro ejercicio de libertad, cada uno debe optar por lo que más considere oportuno siempre dentro de la legalidad y la democracia. Desconozco cual es la solución, pero espero que reine la sensatez y que desde nuestra libertad, respetemos la de los demás.
Yo el Domingo 22 iré a votar, lo haré desde mi libertad y optando por mis ideales con la confianza de que “los elegidos”, hayan escuchado la “Revolución de SOL” y se pongan manos a la obra para sacar esto adelante. Pero siempre desde la legalidad, la democracia y el espíritu que nos han permitido que llevemos todos estos años eligiendo en libertad a nuestros gobernantes. E “invito” a todo el mundo a que se manifieste y se pronuncie pero siempre desde su propia libertad bajo las reglas de la democracia y pensando, sin dejarse llevar por nadie que grite más o que tenga la frase más elocuente.

lunes, 16 de mayo de 2011

Circuncisión si o no?, esa es la cuestión


Siento decepcionar a quien acceda esperando leer un relato macabro o escabroso, pero el título sólo es un gancho que viene a cuento para recomendar el último libro que he leído y con el que he disfrutado muchísimo, EL PALESTINO, de Antonio Salas, el autor de Diario de un Skin. El hecho de tratarse de una obra sobre una infiltración real, hace que en ocasiones puedas sentir el mismo pánico y tensión cuando está cerca de ser descubierto. Sabes que no es una novela más, sabes que es real y por tanto cuesta menos involucrarte con lo que lees, teniendo claro una cosa: la realidad siempre supera a la ficción.

Evitaré decir nada acerca de sus ideas y/o mensajes que lanza, para no parecer un cerebro-lavado, pero si creo que se pueden sacar conclusiones sobre aspectos en los cuales, al menos yo, no había puesto mi atención.

Quizás el primero sería, Todos somos iguales, ya sé que esta valoración es una constante en cualquier persona con un mínimo de tolerancia, pero en realidad, en los momentos claves, nuestros prejuicios nos ahogan, transformando los casos puntuales en generalizaciones. Violadores, maltratadores, terroristas o pedófilos, los hay en todos los países, religiones, ideologías y razas.

El segundo que yo obtuve, se resume en que nos llega?, no pondré ningún caso concreto, pero el libro te dibuja varias situaciones en las que se demuestra como a veces sólo oímos una versión, una foto, una idea, un bando, una víctima. El poder de los medios de comunicación consigue influir en nuestros puntos de vista; a veces hay que ser escéptico o al menos, precavido.

Y tercero, te das cuenta de lo difícil que puede ser a veces comprender los problemas que tienen otros pueblos, simplemente porque los vemos y/o escuchamos desde nuestro sofa de casa. Me llamó mucho la atención el párrafo donde dice que << toda mi enérgica repulsa a toda forma de lucha armada son fruto de mi condición de acomodado burgués occidental. Yo puedo permitirme ser pacifista y abominar la violencia. Puedo argumentar, desde mi cómodo teclado de ordenador, que las armas y las bombas sólo generan dolor y venganza. Y además sé que es así. Pero puedo hacerlo porque soy un europeo que vive en un cómodo piso alejado de todo conflicto. Hoy sé, que si yo hubiese estado en Gaza, o en las selvas de Colombia, o en las calles de Bagdad, probablemente mi comportamiento y mi percepción sobre el terrorismo sería diferente.>>; Yo hago mío ese argumento, siempre estaré en contra de cualquier forma de violencia sea la causa justa o no... pero como humano, ( a veces visceral ), que soy, no sé si puedo prometer lo mismo si un día destruyen mi casa, matan a mis familiares o amigos por cuestiones razonables o no.

Anécdotas, curiosidades de otras culturas y corrección de ideas preconcebidas llenan el libro alrededor de una objetividad basada en una simple narración de hechos vividos que pueden hacernos pensar.

Recomendable para cualquiera que le apetezca aprender algo distinto acerca de gente que tenemos lejos, ( física o socialmente ), y de la cual no sabemos lo suficiente como para hacer un juicio de valor real.

lunes, 9 de mayo de 2011

Sabes cuando empiezas pero no cuando acabas

Después de un mes de desconexión y descanso psicológico, ( que no físico ), me he vuelto a subir al barco del opositor para intentar evitar naufragar llegando a la orilla, como paso este año.
Se trata de una pelea física, pero sobre todo psicológica.
Primero, contra ti mismo. Dicen que no hay victoria sin sacrificio, y esta claro que cuando te embarcas en un proyecto con resultados a largo plazo, es contraproducente tener dudas o caer en la impaciencia. Al igual que con el resto de cosas, hay que estar muy convencido en lo que se hace e ir paso a paso... aunque a veces cueste.
Segundo, contra el entorno. A veces te enfrentas a la incomprensión y al desconocimiento de quien te rodea. Pero es muy lógico y respetable. No siempre resulta entendible el sacrificio que hay que hacer y resulta aún más difícil explicarlo con palabras. No se explica con palabras, se explica con resultados, algún día...
Tercero, contra los obstáculos. No es trivial sentarse delante de 7 personas que te observan hasta el último detalle y que te evalúan en un todo o nada, ( y encima en tres ocasiones ). La tensión, los nervios, las inseguridades se tienen que quedar en casa. Hay que aferrarse al elegante traje que ese día se viste e inflarte de confianza sin llegar al borde que la separa de la soberbia.
Madrugones en fin de semana, vacaciones muy reducidas, reducción drástica de tu vida social... pero siempre con el indudable convencimiento de que merece la pena.

Y visto esto, me vuelvo a encontrar con mi mesa inundada de bloques de papeles, las paredes de mi habitación llenas de hojas con datos, ( me han tachado de loco por eso... no existe discusión ), la estantería llena de más apuntes esperando su momento y el boli electrónico que en su día me compré y que se ríe de mi cada vez que le miro, reprochándome lo impulsivo que fui aquel día en el fnac.

Por tanto, no existe otro camino. Hay que estar animado y confiado en lo que se hace... y en como se hace. Ir a muerte a por todas y no pensar demasiado en esa frase con la que me dieron la bienvenida cuando entré a trabajar en HP: “el horario es elástico, sabes cuando empiezas... pero no cuando acabas”.