lunes, 20 de junio de 2011

Buena Suerte


En mi año de exilio italiano, me dejaron un librito de 125 hojas escrito por Fernando Trias de Bes y Alex Rovira Celma, en el cual, de forma muy clara, explica con un cuento la diferencia entre tener suerte y tener buena suerte.
Consiste en dos ancianos que fueron vecinos de niños pero que un golpe de suerte en la lotería, hizo que uno de ellos abandonara el barrio. En su reencuentro ven como, mientras al que le tocó la lotería fue desdichado, ( sólo tuvo suerte ), el otro desde abajo y con mucho trabajo prosperó hasta ser rico. La suerte no dura demasiado tiempo, porque no depende de ti, La Buena Suerte la crea uno mismo, por eso dura siempre”. El anciano próspero le cuenta una historia sobre la Buena Suerte:
Hace mucho tiempo, cuando las cosas, ríos y plantas podían hablar, un mago llamado Merlín llamó a sus mejores caballeros para encargarles que fueran a buscar el trébol de cuatro hojas de la suerte, que crecería en 3 días. Tal tesoro estaría ubicado en el bosque encantado, un enorme bosque frondoso de una extensión inmensa. La dificultad de la empresa provocó que la mayoría de los caballeros ni se plantearan ir, ”Muchos son los que quieren tener Buena Suerte, pero pocos los que se deciden a ir a por ella” , sólo fueron dos, el caballero blanco y el caballero negro.
Cuando llegó el caballero negro una porción de tierra le vio y le pregunto que hacía, este le contó sus intenciones, a lo que la tierra le contestó que eso era imposible porque la tierra de ese lugar era muy dura y por tanto poco fértil, el caballero negro le ignoró y continuó su búsqueda. Sin embargo, el caballero blanco que vivió una experiencia similar en la otra esquina del bosque, se puso manos a la obra y empezó a remover la tierra. Un suceso parecido les ocurrió con un lago, que reclamaba agua para la tierra y un árbol que exigía más luz. El caballero negro no hizo a ninguno caso y siguió dando vueltas, mientras el caballero blanco puso remedio para transportar agua y permitir que llegué la luz a aquel pedazo de terreno. “Si ahora no tienes Buena Suerte tal vez sea porque las circunstancias son las de siempre”. Al tercer día llegó al inmenso bosque un fuerte viento que transportaba miles de semillas del trébol de 4 hojas. Las semillas fueron repartidas por todo el terreno pero solamente germinaron allí donde el caballero blanco puso los medios óptimos. “La Buena Suerte es crear la oportunidad, las circunstancias, y eso solo depende de ti”.
Cuando hayas creado todas la circunstancias, ten paciencia, no abandones. Para que la Buena Suerte llegue, confía.