miércoles, 20 de julio de 2011

Inventaré la bombilla


Hace poco recibí el típico email con una presentación adjunta que remarcaba la necesidad de no desistir en la empresa en que cada uno esté inmerso. Me resultó especialmente oportuno justo ahora, que el calor, la piscina y la atmósfera vacacional dificultan la concentración en el estudio.
Pero como dice ese atinado email, nunca se debe pensar en desistir. Para ello, alude a ejemplos curiosos sobre personajes triunfadores que tuvieron sus tropiezos. Y es que, si Churchill repitió 6º curso y no fue presidente hasta los 62 años, porque no voy a poder resistir a la tentación veraniega. Si un ejecutivo de Decca Recording Company rechazó por sosos a un grupo llamado The Beatles, porque no voy a poder reponerme a los tropiezos. Si Beethoven compuso la mayor parte de su obra estando sordo, porque no voy a poder compensar la falta de experiencia con la frescura de la juventud. Y si a Michael Jordan le echaron del equipo escolar y a Einstein del Politécnico de Zurich, está claro que cualquier fracaso puede ser reinvertido.
Pero la mejor de todas fue la que le sucedió a Thomas Edison cuando inventó la luz eléctrica, después de 2000 experimentos. En la rueda de prensa, un joven reportero le preguntó el por qué de tantos fracasos. Edison le contestó: “No fracasé ninguna vez. Inventé la bombilla. Ocurre que fue un proceso de 2000 pasos”.
Así que me adueño de su frase: “No me equivoqué... aprobar implicaba 2 convocatorias
NO DESISTIR