martes, 21 de enero de 2014

2014: Efeméride


“La historia es la novela de los hechos, y la novela es la historia de los sentimientos.” Claude Adrien Helvétius

A los que nos apasiona la Historia Mundial, sus anécdotas, análisis y consecuencias, estamos de suerte con el año que acaba de empezar. No descubro nada si reconozco mi alto interés en esta ciencia y en las efemérides de los momentos más relevantes. Durante todo este año, da la casualidad que se producirán muchos aniversarios, (números redondos), de gran interés.
Entre ellos se encuentran algunos tan importantes como el 75º aniversario del fin de la guerra civil española, los 300 años del... invento de Cataluña o un importantísimo y antiquísimo evento que se cumplirá en muy pocos días... para todos ellos, y para otros más me comprometo a dedicar unas letras sobre curiosidades y opinión personal, pero en este post quiero destacar dos que me resultan tan apasionantes como fundamentales.

Primero la conmemoración del 25 aniversario de la Caída del muro de Berlin, un hecho que significa el fin de una era y que arriesgo a apostar que será estudiado por nuestros nietos como el cambio de Edad, tal y como fue la Revolución Francesa o el descubrimiento de América.

Pero el que verdaderamente despierta todo mi interés, hasta punto un poco fanático, es el centenario que se celebrará este año. Voy a huir del topicazo que explica la necesidad de conocer la Historia para no repetir errores. Pero si que opino, que necesitamos aprender de donde venimos, para entender lo que somos y comprender a donde nos dirigimos. Hace 100 años, el mundo se paró, para enfrentarse en la llamada Gran Guerra, (Primera Guerra Mundial), una contienda sin precedentes que marcó un antes y un después en el mapa político y demográfico del mundo, en general, y de Europa en particular. Durante los próximos meses, viviremos una inundación de estudios, libros, documentales y publicaciones que nos ilustrarán un poco más sobre lo que ocurrió aquellos años. En el post de La caída de los gigantes, en el que hago referencia al libro de Ken Follett, comento algunas circunstancias que esta novela me ha enseñado sobre este suceso.

Sin embargo, mi pasión por este periodo se fundamente en una pregunta muy sencilla, ¿por qué? A día de hoy, no existe una conclusión unánime entre los historiadores que explique el estallido de aquel desastre humanitario. Hay teorías y corrientes ideales, pero no existe una razón sencilla y clara, o al menos que razone, las causas y motivos que empujaron a dos bandos, con los mismos valores, los de la civilización occidental, y que profesaban la misma religión, la cristiana, a enfrentarse en una encarnizada guerra que se cobró millones de vidas.

Comprenderlo mejor, puede ayudarnos hoy a conocernos mejor a nosotros mismos, entender nuestros errores y mejorar nuestros comportamientos.

Una vez dijo Winston Churchill que "la guerra es una invención de la mente humana; y la mente humana también puede inventar la paz."

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