No sé muy bien porque, pero después
de haber visto estos días en la televisión noticias de distintos
ámbitos, me ha venido a la mente la siguiente historia sobre la
avaricia y codicia humana:
" Un mendigo iba pidiendo por las
casas con unas alforjas colgadas al hombro. Se lamentaba de su suerte
y de que los ricos nunca estaban satisfechos: " Cada vez quieren
más y más dineros. ! Parece que quieren apoderarse del mundo entero
!
En cambio yo, si tuviera lo necesario
para comer y para vestir, me sentiría del todo satisfecho...
Precisamente en aquel instante, LA
FORTUNA , pasaba por la calle. Vio al mendigo, se detuvo a su lado y
le dijo:
- Escucha hombre, hace mucho tiempo,
que oigo tus lamentos y deseo ayudarte. Abre tus alforjas y sosténlas
para recibir el oro que voy a regalarte. Pero con una condición:
Todas las monedas que caigan en las alforjas serán para ti, pero
las que caigan en el suelo, se convertirán en polvo.
- Si, si , lo comprendo : dijo el
mendigo.
- entonces ten cuidado , advirtió la
fortuna, tus alforjas son muy viejas y podrían romperse, si el peso
es demasiado grande.
Tan satisfecho estaba el mendigo , que
rápidamente abrió sus alforjas, y en ellas en un momento cayó un
torrente de monedas de oro, ! las alforjas empezaron a pesar
demasiado !
-¿ Es suficiente ? preguntó la
FORTUNA
- ! Todavía no, aún cabe mucho más !
- No temes que se rompan, decía la
FORTUNA
- No, no se romperá, lo tengo
controlado.- Había agitación en su voz, más que por miedo por
ambición. Las manos del mendigo comenzaron a temblar,
- ! Aun caben más !
- Pero ya eres el hombre más rico del
mundo, intervino la FORTUNA.
- NO, no, caben unas pocas más.
Cayeron unas pocas mas y ......las
alforjas se reventaron, el tesoro se vino a tierra, y las monedas se
convirtieron en polvo.
La fortuna se fue y el mendigo quedó
mas pobre que antes, sus lamentos teñidos de desesperación."
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